“Oh Sagrada Cabeza, Ahora Herida”
1 O Cabeza sagrada, ahora herido,
Con la pena y la vergüenza agobiadas,
Ahora desdeñosamente rodeado
Con espinas, Tu única corona.
Oh sagrada Cabeza, qué gloria,
¡Qué dicha, hasta ahora era tuya!
Sin embargo, aunque despreciado y sangriento,
Me alegra llamarte mío.
2 Lo que Tú, mi Señor, has sufrido
Fue todo para ganancia de los pecadores;
Mía, mía fue la transgresión,
Pero Tuyo el dolor mortal.
¡Aquí caigo, mi Salvador!
Es que merezco Tu lugar;
Mírame con tu favor,
Y concédeme Tu gracia.
3 ¿Qué lengua debo tomar prestada
Para darte las gracias, querido amigo,
Por esta Tu pena moribunda,
¿Tu piedad sin fin?
Hazme Tuyo para siempre.
Y si me desmayo
Señor, que nunca, nunca,
Sobrevive a mi amor por Ti.
4 Sé Tú mi consuelo,
Mi escudo, cuando deba morir;
Recuérdame Tu pasión
Cuando se acerque mi última hora.
Mis ojos entonces Te contemplarán,
Sobre Tu cruz morará,
Mi corazón por fe Te envuelve.
Quien así muere, bien muere.
Texto: attr. Bernardo de Claraval, 1091-1153; versión alemana, Paul Gerhardt, 1607-76; tr. The Lutheran Hymnal, 1941, alt.; Tune: Hans Leo Hassler, 1564-1612; Texto: © 1941 Concordia Publishing House. Usado con permiso: LSB Hymn License no. 110005077; Melodía: Dominio público
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