“Oh, dejemos que todos huyan de la esclavitud (Deja que mi pueblo se vaya)
Y que todos en Cristo seamos libres (Deja que mi pueblo se vaya)
Baja Moisés, en la tierra de Egipto;
Dile al viejo FaraĂłn que deje ir a mi pueblo “*.
– Espiritualidad afroamericana
Cuando los hijos de Israel se instalaron en Egipto, nunca esperaron ser esclavizados. Dios habĂa utilizado a JosĂ© para salvarlos a ellos y a todo Egipto del hambre durante una grave sequĂa. El trabajo de JosĂ© trajo a Egipto una gran prosperidad y le valiĂł a su familia un estatus favorable cuando emigraron a Egipto. Lamentablemente, unos cientos de años más tarde, el bien que provenĂa de su Dios fue olvidado y sus descendientes fueron esclavizados por el FaraĂłn. La opresiĂłn pesaba mucho y clamaban a Dios. El Señor escuchĂł sus oraciones y puso fin a su esclavitud con poderosas muestras de poder y misericordia. Los falsos dioses de Egipto fueron avergonzados y el Nombre del Señor se dio a conocer en su fuerza y amor por el humilde pueblo de Israel.
Aunque eran libres para vivir en amor y armonĂa con su creador, tristemente, las escrituras revelan que hay otra esclavitud a la que ellos, nosotros y todas las personas nos enfrentamos. Todos nacemos esclavos del pecado. El pecado distorsiona nuestras mejores intenciones, pone a las amadas criaturas humanas de Dios en todo el mundo unas contra otras y contra Dios. El pecado es una esclavitud que esclaviza a cada persona al miedo, al egoĂsmo y al odio. Por la rica misericordia de Dios y por el amor con que nos ama, enviĂł a su Hijo unigĂ©nito JesĂşs para cumplir la justicia y liberarnos de la culpa y las garras del pecado. Él pagĂł nuestra libertad con su vida en la cruz. Para todos los que tuvieron, tienen y tendrán fe en Él, hay libertad. Hay vida. Hay un propĂłsito eterno.
“Para la libertad habĂ©is sido liberados… (Gálatas 5:1)”
Cuando nos sentimos asustados o aterrorizados por el mundo que nos rodea, cuando nos preocupamos por nuestras incapacidades, cuando nos sentimos frustrados por nuestro autosabotaje y nuestros fracasos, nos acordamos de Cristo y clamamos a Dios, que responde con la Palabra y los Sacramentos, con su declaraciĂłn de victoria para nosotros, con el perdĂłn, la acciĂłn de su EspĂritu Santo y su renovado encargo de amar. JesĂşs rompe nuestras cadenas de esclavitud al pecado, a la muerte y a los planes de Satanás.
Cada domingo de este mes de julio recordamos y nos alegramos de que en la victoria de JesĂşs…
“Libres en Cristo” los domingos de julio
Libres! para proclamar a JesĂşs – 3 de julio
Gratis! para amar al prĂłjimo – 10 de julio
Libre! para descansar en JesĂşs – 17 de julio
Libre! para recibir el bien de Dios – 24 de julio
Libre! para luchar en el amor por los demás – 31 de julio
Rezamos para que el Señor nos anime y capacite para vivir en la paz que trae la victoria de Cristo y para proclamar la libertad para todos por la gracia, mediante la fe en Jesús.
En el amor de Cristo
Pastor Stephen
*Del himno espiritual afroamericano “Cuando Israel estaba en la tierra de Egipto”: One and All Rejoice 345 © Dominio pĂşblico que cantaremos juntos el 10 de julio.